Los mercados culturales en Latinoamérica han emergido como una respuesta a la necesidad de ir más allá de los tradicionales festivales y encuentros artísticos. Estos espacios proponen modelos innovadores para conectar la cultura con la economía, fomentando el desarrollo, la circulación y la internacionalización de las industrias creativas. En este contexto, iniciativas como CIRCULART se han convertido en referentes fundamentales para el sector musical.