Showcase: Combo de las Estrellas. Circulart 2018
Foto: Yojan Valencia
Los proyectos musicales nacen con múltiples objetivos, desde el arte por el arte, como grito de inconformidad, hablar del amor o la tristeza, vincularse con alguna causa social, compartir un sentimiento, alcanzar la fama o llegar a vivir de la música. Todo lo anterior son motivos válidos, sin embargo, para que cumplan de alguna manera con su razón de ser, el proyecto debe tener un público a quien contarle o compartirle su música y su esencia.
La formación de un público para una banda se hace vital, además de la producción a nivel musical, la calidad artística, la capacidad de conectar en un performance, entre otras. Si hacemos un símil con un cuerpo, podría decirse que el público es la sangre del proyecto artístico, así este tenga todos sus sistemas intactos y el mejor equipamiento, de nada sirve un corazón grande, fuerte y listo para latir y hacer latir a los demás, sin sangre irrigando y alimentando cada parte de su ser.
Es casi un sueño para la mayoría de artistas poder ser escuchados en todo el mundo, que sus canciones sean coreadas en los mejores festivales y escenarios, pero para lograr eso, se hace necesario un arduo y juicioso proceso.
Hay que empezar por el principio, y el inicio es el análisis propio, ¿por qué nació este proyecto?, ¿cuál es su objetivo?, ¿qué queremos transmitir?, ¿de qué estamos hablando?, ¿cómo es mi música y que estados de ánimo genera?; Estas son sólo algunas de las preguntas que deberías empezar a hacerte.
Luego de realizar un escaneo interno del proyecto, se puede empezar a identificar el tipo de público al cual puede llegar el artista o la banda, es claro que la idea es llegar a todo el mundo, pero al principio hay que conquistar un nicho, compartir la música, darles más que eso, hacerlos parte del proyecto, en cada presentación, a diario, compartir cosas y generar interacciones que están por fuera de montarse a un escenario y tocar.
De esta manera no vas a conseguir simplemente un público, vas a conseguir “tu gente” la que te va a apoyar a lo largo del camino y para esto tendrás que saber muy bien ¿quiénes son?, ¿qué les gusta?, ¿cuáles son sus pasatiempos?, ¿cuántos años tienen?, ¿cuál es su capacidad adquisitiva?, si ¿prefieren CD, el vinilo o si consume la música en plataformas digitales?, ¿Dónde encuentran tu música?, ¿cuáles son sus plataformas preferidas?; Entre otros aspectos. Mientras más específico seas con este tipo de preguntas, podrás establecer un mejor perfil de tus “fans”.
Luego de encontrarlos, se generoso con los pequeños detalles que compartes con ellos, fotos, videos, anuncios importantes, lanzamientos, posibles conciertos, invitaciones especiales, una sesión de ensayo, un pequeño regalo, para ti puede ser algo mínimo, para tu fan puede ser “el gran obsequio” que atesorar y del cual contará historias.
Conocer tu público te ayudará a marcar el camino de tus iniciativas, a establecer mejores estrategias de comunicación, lugares a los cuales debes ir, objetos que deberías incluir en tu merchandising, los costos que vas a poder cobrar y que ellos van a poder pagar con gusto y comodidad, en donde te están esperando con ansias, etc. Lograr construir y mantener tu público, requiere observar, analizar y estar atento todo el tiempo a lo que vas transmitiendo y como estás proyectandote para mantenerte en contacto con quienes consumen tu producto musical.
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